¡Parece una locura! Si te detienes un momento, por un minuto cierras los ojos y escuchas tu entorno, terminarás por darte cuenta de todos los estímulos a los que estamos expuestos sin darnos cuenta, aunque nuestro cuerpo sí lo percibe y reacciona a todos ellos, muchas veces de manera automática.
Según una publicación del HealthDay News, investigadores suecos afirman que la exposición al ruido de tránsito, los trenes y aviones podría vincularse con ¡un vientre que se ensancha!
Charlotta Eriksson, del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska, en Estocolmo señaló que”La exposición a largo plazo al ruido del tráfico podría afectar a nuestro metabolismo y conducir a la obesidad abdominal; advirtió que este estudio es solo observacional, de forma que no se pueden sacar conclusiones definitivas sobre la causa y el efecto entre el ruido del tránsito y la obesidad abdominal.
Para el estudio, Eriksson y sus colaboradores reunieron datos sobre más de 5,000 personas que vivían en cinco áreas suburbanas o rurales cerca de Estocolmo, que habían participado en el Programa de Prevención de la Diabetes de Estocolmo entre 1992 y 1998.
Entre 2002 y 2006, cuando tenían de 43 a 66 años de edad, completaron un cuestionario que cubría el estilo de vida, el estado actual de salud, los niveles de estrés psicológico, el insomnio y el esfuerzo laboral. Los investigadores también indagaron sobre el ruido del tránsito, los trenes y los aviones.Encontraron que entre las mujeres hubo un aumento en la cintura de 0.2 centímetros vinculado con cada 5 decibeles adicionales de exposición al ruido del tráfico; mientras que en lo hombres hubo un aumento en la proporción entre cintura y cadera de 0.15 centímetros por cada cinco decibeles adicionales de exposición al ruido del tráfico.
“El principal mecanismo que subyace a esta asociación es que el ruido del tráfico podría aumentar los niveles de una hormona del estrés llamada cortisol, que se sabe que estimula la acumulación de grasa en el área abdominal. Las perturbaciones del sueño inducidas por el ruido podrían también tener un rol significativo”, planteó Eriksson.
Según el estudio, esos hallazgos no se vieron influenciados por los factores socioeconómicos, el estilo de vida ni la exposición a la contaminación atmosférica. Pero la edad fue un factor significativo, y la asociación entre la grasa abdominal y el ruido del tráfico solo se encontró entre los menores de 60 años.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale, dijo que “al principio, la idea de que el ruido podría engordarnos, aumentando específicamente la grasa de la cintura, que es la más peligrosa, parece inverosímil”.
“Hay una explicación factible: el ruido es estresante, el estrés puede alterar los niveles de las hormonas y el desequilibrio hormonal puede influir sobre el lugar del cuerpo donde se depositan las calorías adicionales. Además, estos hallazgos concurren con otros trabajos que indican que las pistas ambientales podrían influir sobre lo que comemos y la cantidad que comemos”, dijo Katz.
“Pero dado que la obesidad abdominal es un factor de riesgo de muchas enfermedades, como las cardiacas, diabetes y cáncer, y cada vez más personas viven en áreas con una densidad poblacional alta muy cerca de grandes carreteras, vías de trenes y aeropuertos, el ruido constituye una grave amenaza para la salud pública”,( 25 de mayo de la revista Occupational & Environmental Medicine).
Ahora ya lo sabes, cada vez que vayas a tocar el claxon o le subas al estéreo, piensa que podría afectar a tu figura, ya tienes la información, ahora te toca elegir.
Tipo de publicación: Artículos de apoyo a la enseñanza
Referencias bibliográficas
- http://prodigy.msn.com/es-mx/salud/nutrition/ %C2%BFpodr%C3%ADa-un-vecindario-ruidoso-hacerle-engordar/ar-BBkmgpB?ocid=sf
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