¿Sabías que la hipertensión arterial puede controlarse mediante la alimentación?
¡Así es!, el controlar el consumo de sodio y aumentar el consumo de potasio, magnesio y calcio contenido en los alimentos ayudan a controlar la hipertensión arterial; ¿pero cómo ocurre esto?
Primero que nada es importante definir qué es la hipertensión arterial: la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha definido la hipertensión arterial (HTA) como la elevación de la presión sistólica por encima de los 140 mmHg y de la presión diastólica por encima de los 90 mmHg.
La posible relación entre la HTA y la dieta ha sido objeto de numerosas investigaciones, que han concluido que la disminución de la ingesta diaria de sodio es una de las primeras medidas terapéuticas que demuestra una disminución de las cifras de tensión arterial.
El organismo de una persona adulta suele contener unos 90 g de sodio; de esta cantidad, la mitad se encuentra en la sangre y otros fluidos corporales, más de un tercio está en los huesos y el resto se halla en el interior de las células. El consumo de sodio varía entre los 2 y los 6 g al día, aunque un adulto puede vivir de forma saludable con menos de 0,5 g al día.
1.El Potasio: se encuentra en la mayoría de los alimentos; las frutas y verduras son fuentes especialmente buenas de potasio. En nuestro organismo, el potasio está implicado en las mismas funciones que el sodio, desempeñando un papel complementario del mismo; el equilibrio entre ambos es esencial para el organismo, ya que aumenta la excreción de sodio, lo que conlleva también a controlar la hipertensión arterial.
Diversos estudios han evidenciado que la suplementación con potasio reduce la presión arterial en sujetos normotensos e hipertensos. Un análisis de 27 estudios demostró que un aumento de 1,72 gr/día de potasio resulta en una disminución de 3,5/2,5 mmHg en sujetos hipertensos y de 0,9/0,3 mmHg en sujetos normotensos. Basándose en estos estudios, la recomendación dietaria de potasio corresponde a 3.5 gr al día, siendo preferible obtener el potasio mediante una dieta rica en verduras y frutas, más que a través de un suplemento alimentario.
2. El Magnesio: la deficiencia de éste se asocia a un aumento de la presión arterial y su suplementación disminuye el riesgo de desarrollar hipertensión arterial. En un análisis de 20 ensayos clínicos, la suplementación con magnesio resultó en una leve pero significativa reducción promedio de la presión arterial de 0,6/0,8 mmHg. Este efecto puede atribuirse principalmente al efecto vasodilatador del magnesio.
3. El Calcio: los individuos que consumen alimentos ricos en este micronutrimento tienen cifras de presión más bajas. En un estudio realizado a mujeres de 45 años, se encontró que el consumo de productos lácteos bajos en grasa, así como la ingesta de calcio, disminuía los valores de presión arterial, cuando se ingería como parte de la dieta en forma de leche, queso y yogurt, pero no en forma de suplementos. Esto es posible ya que el calcio mejora el balance sodio y potasio.
Comentarios de la nutrióloga
Debido a la alta prevalencia de hipertensión arterial en nuestro país y de su relación con enfermedades cardiovasculares, es importante y aconsejable llevar una dieta baja en sodio y alta en potasio, magnesio y calcio no sólo como tratamiento para controlar la enfermedad sino también como medida preventiva.
Con la finalidad de disminuir el consumo de sodio se recomienda controlar el consumo de sal así como disminuir el consumo de alimentos procesados, embutidos o conservados a base de salmuera. Preferir el consumo de alimentos como pollo, pescado, carne, cerdo, frutas y verduras frescos que además son ricos en potasio y magnesio.
También se recomienda el consumo lácteos descremados ricos en calcio como leche, yogurt y queso y de semillas, nueces y frutos secos ricos en potasio y magnesio.
Tipo de Publicación: Artículos comentados
Referencias bibliográficas
- http://www.eufic.org/article/es/nutricion/sal/artid/sal-potasio-presion-arterial/
- http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext& ;pid=S0718-85602013000200009
- CALVO BRUZOS S.C., GÓMEZ CANDELA C., ESCUDERO ÁLVAREZ E., RIOBÓ SERVÁN P. Patologías nutricionales en el siglo XXI: un problema de salud pública. EUNED, 2012. 456pp
- http://imgbiblio.vaneduc.edu.ar/fulltext/files/TC111858.pdf
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