Necesitamos al Zinc (Zn) en cantidades pequeñas, pero su ausencia impide que se lleven a cabo múltiples reacciones del metabolismo celular.
Pocas veces se habla de este mineral y de gran importancia que tiene en nuestro organismo, hoy lo queremos reivindicar y hacerle un reconocimiento especial por su importante labor en todo nuestro cuerpo.
Es tan poderoso que solo lo necesitamos en cantidades pequeñas, que cubrimos normalmente si comemos variado, equilibrado y enriquecido con vegetales y semillas.
El Zinc trabaja de la mano con los aminoácidos histidina y cisteína. Cuando esta tríada se une, nace la magia, se forman unas zonas llamadas “dedos de zinc” que dan como resultado múltiples reacciones que son esenciales para la actividad de más de 70 enzimas.
Los “dedos de Zinc” son sitios de unión de ácidos nucleicos, otras proteínas y lípidos y así estas sustancias pueden cumplir las funciones biológicas específicas de cada una.
Algunas de las moléculas involucradas en los “dedos de Zinc” son los estrógenos, las hormonas tiroideas , la Vitamina A y la enigmática Vitamina D (de la cual ya hemos platicado anteriormente en 2 merecidos documentos).
Solo con ver todas estas sustancias involucradas nos muestra un pequeño panorama de todos los alcances que tienes este pequeño pero gran mineral
Como mencionamos antes más de 70 enzimas necesitan del Zinc.
Durante las reacciones enzimáticas en las que el Zinc hace una función, puede jugar 2 papeles: puede aumentar directamente la velocidad en que se llevan a cabo las reacciones bioquímicas vitales en el organismo humano o bien puede tener un papel en el que estabiliza las estructuras de las proteínas.
Hablando específicamente de algunas funciones del Zinc, las más destacadas están relacionadas con la utilización de energía, protección oxidativa y síntesis de proteínas.
Otros aspectos que dependen del Zinc son:
La neurotransmisión, la función inmune y el transporte intestinal de iones por mencionar algunos.
En la neurotransmisión:
regula la producción de neurotransmisores como la dopamina.
Hablando del sistema inmune: favorece la producción de anticuerpos principalmente uno llamado inmunoglubulina G (IgG), interviene en la actividad de los macrófagos (otro componente del sistema inmune) y regula el reciclamiento de partes útiles de los linfocitos.
El Zinc es fundamental en la regulación de la inmunidad innata y adaptativa porque interviene aparte de la producción de citoquinas, en la de factor de necrosis tumoral alfa indispensables para la comunicación celular. Esto quiere decir que el Zinc equilibra la respuesta del sistema inmune y con esto controla la inflamación.
Alimentos y Zinc
Los alimentos con alto contenido en calcio complican la absorción del Zinc porque el Calcio (Ca+) compite con el Zinc (Zn) en su absorción en el intestino.
Los fitatos contenidos en los cereales también dificultan su absorción.
Los alimentos que favorecen la absorción del Zinc por la alta concentración de manganeso son los frutos del bosque como uvas, fresas, frambuesas y arándanos.
Pero no te preocupes el Zinc está presente en las células de todo el cuerpo. El cuerpo humano adulto promedio tiene entre 2 y 3 grs de Zinc distribuidos en todo el organismo.
Lo encontramos en varios alimentos como mariscos, carnes rojas, pescados, chícharos y lentejas.
Con esto no se trata de que confundirte en que comer o no comer para que los niveles de Zinc estén bien, si no de que te des cuenta que para solucionar muchas cosas desde nivel celular hasta el emocional, pasando por la vida profesional es simplemente el equilibrio.
Para terminar, si haces una búsqueda rápida en internet te vas a sorprender con las últimas noticias sobre el Zinc y su relación con el Covid-19…. Dejamos de hablar hasta aquí de este pequeño gigante que hoy, desde esta plataforma quisimos reconocer y agradecerle lo que hace por los humanos.